Del campo al clic: cómo las cooperativas pueden triunfar en la venta directa digital

El abandono de una de las mayores potencias contaminantes genera incertidumbre global. Analizamos el impacto de esta decisión y el compromiso de Caja Rural del Sur con un futuro más sostenible.
El Acuerdo de París es una iniciativa internacional cuyo propósito es hacer frente al cambio climático. Su meta principal es mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los 2°C, con el objetivo adicional de limitarlo a 1,5°C. Para ello, cada nación firmante debe presentar planes para reducir sus emisiones contaminantes y avanzar hacia un modelo más sostenible.
La decisión de Estados Unidos de abandonar el Acuerdo, promovida durante la administración de Donald Trump, representó un duro golpe para el esfuerzo climático mundial. Dado que este país es uno de los mayores emisores de dióxido de carbono, su retirada tiene implicaciones significativas para el avance del acuerdo.
Este tratado fue adoptado en 2015 con el fin de frenar las emisiones de gases de efecto invernadero. Para alcanzar esa meta, los países firmantes se comprometen a:
Cada Estado debe presentar sus propios objetivos climáticos, conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs), que deben revisarse cada cinco años para aumentar su ambición.
Una parte esencial del acuerdo es promover fuentes renovables y reducir el uso de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas natural.
Se anima a los países a implementar medidas que mitiguen los efectos del cambio climático, como infraestructuras resilientes o gestión sostenible de los recursos.
El acuerdo establece mecanismos para financiar proyectos climáticos en países en desarrollo, ayudándoles a adaptarse y reducir sus emisiones.
Aunque el Acuerdo de París no contempla sanciones legales, genera una importante presión internacional para que los países cumplan sus compromisos.
Estados Unidos ocupa el segundo lugar entre los mayores emisores de gases contaminantes a nivel global. Su presencia en el acuerdo resulta fundamental para alcanzar los objetivos establecidos. La salida del país norteamericano genera varios efectos negativos:
Su retirada supone la pérdida de un actor clave en la lucha contra el calentamiento global.
El desinterés de EE.UU. podría ralentizar inversiones en tecnologías limpias y energías renovables.
La salida de una gran potencia podría desincentivar a otros países a mantener o aumentar sus compromisos ambientales.
Las empresas estadounidenses podrían quedar en desventaja frente a otras que sí apuestan por la transición ecológica, perdiendo competitividad internacional.
A pesar de este revés, muchas naciones han reafirmado su compromiso con el acuerdo. La Unión Europea y China han intensificado su papel, adoptando posturas más ambiciosas para mantener el liderazgo climático. Sin embargo, la salida de EE.UU. podría suponer menos apoyo financiero a los países más necesitados y ralentizar avances cruciales en adaptación y mitigación.
Frente a estos desafíos, el apoyo del sector financiero es más importante que nunca para impulsar un modelo económico sostenible. En Caja Rural del Sur, estamos firmemente comprometidos con la transición ecológica y el desarrollo responsable.
A través de nuestras soluciones de financiación verde, ayudamos tanto a empresas como a particulares a poner en marcha proyectos sostenibles que respeten el medioambiente y contribuyan a frenar el cambio climático.
Combatir el cambio climático es una responsabilidad compartida. Aunque algunas decisiones políticas puedan suponer un retroceso, desde Caja Rural del Sur seguimos firmes en nuestra apuesta por un futuro más respetuoso con el planeta.
Conoce nuestras propuestas e iniciativas sostenibles y únete a la transformación hacia una economía más verde y comprometida con el medioambiente.