Cada año se desperdician en España más de 1.200 millones de kilos de alimentos en buen estado. Una cantidad difícil de justificar, especialmente en un contexto marcado por la inflación, el cambio climático y la desigualdad social. Para frenar esta situación, entra en vigor una nueva ley que pretende transformar la manera en la que producimos, comercializamos y consumimos alimentos.

Ahora bien, ¿qué supone exactamente esta normativa y de qué manera afectará a nuestra vida cotidiana? Si quieres conocer sus claves y saber cómo puedes contribuir desde tu hogar o desde tu negocio, sigue leyendo.

Un cambio necesario frente al despilfarro alimentario

Responsabilidades a lo largo de toda la cadena

La Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario establece que todos los agentes implicados en el sistema alimentario —desde los agricultores hasta los supermercados, pasando por bares, comedores escolares y consumidores— deben adoptar medidas concretas.

El objetivo principal es evitar el desperdicio en todas las fases del proceso, dando prioridad al aprovechamiento de los alimentos antes de que terminen siendo desechados.

¿Qué deberán hacer bares, restaurantes y comercios?

Nuevas normas para hostelería

A partir de ahora, bares y restaurantes estarán obligados a ofrecer a los clientes la opción de llevarse a casa los alimentos que no hayan consumido, una práctica habitual en otros países de Europa. Para ello, deberán facilitar envases que sean reutilizables o compostables, con el fin de evitar el desperdicio de comida que todavía es apta para el consumo.

Cambios en los supermercados

En el caso de los supermercados, deberán fomentar la venta de productos con fecha de consumo próxima o con apariencia imperfecta. Para lograrlo, ofrecerán descuentos y reforzarán las secciones de “producto feo pero bueno”, promoviendo el aprovechamiento sin renunciar a la calidad.

Además, la ley incluye campañas educativas y de sensibilización en centros escolares, medios de comunicación y administraciones públicas. El objetivo es crear una cultura de consumo responsable, enseñar a planificar bien las compras, conservar correctamente los alimentos y comprender mejor las fechas de consumo preferente.

Y para asegurar que se cumpla lo establecido, habrá controles e inspecciones, así como sanciones para quienes no respeten la ley. Se trata de una norma con efectos legales reales, no solo de buenas intenciones.

Apostar por el consumo responsable

Esta legislación representa una oportunidad para cambiar nuestros hábitos de consumo y avanzar hacia una economía más sostenible. Acciones tan sencillas como comprar con cabeza, cocinar con criterio y aprovechar lo que aún es útil pueden tener un impacto significativo. Y no solo desde una perspectiva ética, también en términos de ahorro y sostenibilidad ambiental.

En definitiva, esta ley pretende que dejemos de asumir el desperdicio como algo inevitable. A partir de ahora, cada alimento cuenta. Y cada acción también.

Caja Rural del Sur, comprometida con un futuro sostenible

Desde Caja Rural del Sur creemos que el compromiso es tarea de todos. Por eso, apoyamos las iniciativas que fomentan un modelo económico más justo, consciente y sostenible.

Sabemos que para construir un futuro mejor es fundamental acompañar a quienes impulsan el cambio. Por eso, desde nuestras oficinas y plataformas digitales, ponemos a disposición soluciones financieras que ayudan a adaptarse a esta nueva normativa, tanto en el ámbito rural como urbano.

Porque cuidar lo que tenemos también es una forma de avanzar. Y en ese camino, estamos contigo.